Dicen que del amor al odio
existe una línea tan fina
que apenas si puedes verla,
que apenas si la adivinas.

Te quise, tú bien lo sabes,
te quise más que a mi vida,
intenté ser para ti
puerto y a la vez orilla.

Pero tú ya no eres tú,
ni tu mirada es la misma
y aquellas palabras dulces
sólo son viles mentiras…